2012 fue un año especial, en el que mi vida cambió de la noche a la mañana en mil y un sentidos.
Me trajo un nuevo trabajo y una nueva ciudad.
Obtuve el famoso papelito que me acredita como arquitecta titulada.
Me dejó la experiencia de volver a compartir una vivienda después de 5 años de vivir sola.
Me trajo nuevos amigos y amigas.
Conseguí nuevos retos laborales.
Volví a salir del país por primera vez desde 2009.
2012 también tuvo muchas horas de lectura de libros y autores que se grabaron en mi alma para ir a buscar nuevos destinos en 2013.
2012 tuvo mucha felicidad y una dosis de tristeza.
Y ya a punto de terminar, también me enseñó que si te caes 7 veces, te levantes 8.
Adiós 2012.
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